jueves, 23 de junio de 2011

¿Por qué uno decide ingresar a la tuna?

Esa es una pregunta realmente compleja, la tuna te ofrece indirectamente muchas cosas: contactos profesionales viajes, amigos, aprender a tocar un instrumento, un estilo de vida diferente, la satisfacción de sentirte parte de una tradición antiquísima, vestirte de una manera poco común, en fin, muchas cosas.
Sin embargo, aquellos que ingresan a la tuna porque les gusta la música, están condenados a dejarla tarde o temprano, lo mismo ocurre con quienes lo hacen porque "ser tuno es chevere", por los viajes, por el trago, por las pantis, etc.
Una de las pruebas tal vez más difíciles que uno tiene que afrontar es el aceptar que el tuno será tu mentor, que a él le debes respeto y obediencia absoluta y sincra, siendo aquí donde muchos deciden retirarse silenciosa y definitivamente, es una prueba al orgullo propio, ¿realmente eres capaz de aceptar órdenes, de subordinarte, de cumplir objetivos que se te imponen por más absurdos o denigrantes que puedan llegar a parecerte? la verdad es que todos los que formamos parte de este grupo hemos tomado alguna vez la decisión de que sí, es algo que muchos están dispuestos a aceptar, de buena o mala gana, sincera o hipócritamente.
En lo personal, estoy en la tuna, soy un pardillo, si me preguntan yo contesto que estoy en la tuna porque me gusta, porque quiero formar parte de la hermandad, porque me ofrece un nuevo estilo de vida. Nada de eso es cierto. No sé por qué estoy en la tuna, no es algo que uno pueda explicar, al principio te atrae la mística, las costumbres añejas de antaño, la hermandad; sin embargo luego te das cuenta de que la tuna no es nada de eso y a la vez es todo eso y más, es algo que de pronto descubres y que te atrapa, y te marca, y te das cuenta de que lo necesitas
Y es ahi, señores, cuando uno puede decir que está en la tuna.

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